sábado, marzo 29, 2008

Verdades entreabiertas y adivinanzas al vacío

Nos han llamado para actuar el 6 de junio. Parece que está todo ok, pero a falta de que se haga oficial esperaremos para dar la noticia completa, sólo os digo que los que esteis por esas fechas por Valencia dejad la agenda libre para ese día (cae en viernes) pues promete ser una buena fiesta, con un cartel junto a otros dos grupos con bastante peso en la escena valenciana, y posteriormente dos dj's que pincharán música de esa que solemos echar en falta en los garitos que uno encuentra por ahí. El acontecimiento promete ser de esos que merecen la pena, y ya nos hemos puesto manos a la obra con el repertorio. En cuanto a lo que The Sexy Circus respecta será una función (más corta de lo habitual en nuestros conciertos) enérgica, directa y divertida, con refrescantes temas nuevos (algunos de los clásicos quedarán fuera, pero comprended que al tratarse de un cartel triple tenemos menos tiempo, hay que elegir y creemos que la elección hecha es cojonuda). Dicho queda. Es el precio por tener tantísimo repertorio; poder elegir es difícil pero es como cuando un entrenador tiene cuatro o cinco cracks para elegir, bendito problema. La verdad es que he llegado a un momento en el que puedo nadar entre más y más canciones, tengo canciones olvidadas que a veces vuelven y prometen quedarse, trozos que nunca han sido escritos pero laten en mi materia gris, otras presentes que esperan en el banquillo a ser tocadas. Recuerdo cuando cogí mi primera acústica y escribí la primera canción (lamentable bajo todo punto de vista), y ahora no llevo la cuenta ni siquiera de cuántas he escrito este mes... debo decir que me encanta. Y a la vez me compromete a grabar y mantenernos activos, pues considero que hay que cumplir ciclos, y eso sólo se consigue fosilizando temas y sacando nuevo material. Es una pena aburrirte de una buena canción por mantenerla muchos años tocándola en el ensayo y en algún directo sin más, y que tal vez se quede olvidada sin oportunidad de ser lanzada al mundo (con ésto no quiero decir que sean todas buenísimas ni que el mundo las necesite, lo digo desde el punto de vista de la propia canción).
Estas fallas me encontré saliendo del monumento más capitalista de la fiesta a unos conocidos implicados en aquel acústico que hicimos Bruno y yo en Rubielos. Una vez más (y van unas cuantas) me cuentan que alguien al escuchar a Ivan Ferreiro dijo "hostias, es Javi". En fín, ni por estilo ni por generación somos similares, pero qué coño, bienvenida sea esa comparación, mis influencias compositivas vienen por otros derroteros, aunque era fan de Piratas y sigo los pasos en solitario del gallego. Debo decir que mi dicción y colocación vocal van girando hacia otros horizontes, y creo que cuando acabemos de grabar nuestro nuevo trabajo esas comparaciones quedarán atrás. Aprovecho para aplaudir la intervención del mencionado Iván Ferreiro en la televisión, yo también quisiera ver a papito con una guitarra acústica encima del escenario. Iván puso su disco a disposición de los internautas, y la verdad, me alegra ver que hay gente que antepone el arte al mercantilismo. Hay que tener los cojones bien puestos para defender la libre difusión de tu obra teniendo contrato con una multinacional como Warner. Esta gente es la que se merece que se le llenen los estadios, y no los gilipollas (y lo digo con todas las letras) que salen abrazandose al politicucho de turno para defender el canon digital mientras en su casa las estanterías están llenas de libros sobre Durruti, los que dejan que lo utilicen como reclamo o los que salen llorando que si se descargan discos de internet el mundo de la música corre peligro; el ejemplo de Iván, de gente como Artic Monkeys, o los valencianos Una Sonrisa Terrible demuestra que uno mismo puede seguir haciendo música y difundiéndola al margen de correveydiles, y que sólo hay que ponerle esfuerzo, voluntad y trabajo; el problema es que muchos prefieren vivir de rentas.
Nosotros tenemos ya claro el título, el concepto de portada y un porcentaje muy alto de los temas que irán incluidos, pero no lo voy a desvelar aún. Hoy el blog es un continuo tirar la piedra y esconder la mano. Pero es lo que hay "queridos míos".
Os dejo con un video excepcional y un tema increíble de Malcolm Scarpa versioneado por Caballero Reynaldo (en Valencia tenemos verdaderos genios). No tiene desperdicio, ríete de Tim Burton, que por cierto empieza a resultar cansino (hoy tengo pa todos...)
http://www.youtube.com/watch?v=n8RybrmledM

lunes, marzo 03, 2008

Día 2: De cómo sucedieron los hechos que nos disponemos a narrar

Llegamos al día 2 de grabación. Me planto en el local de ensayo con dos guitarras eléctricas, una acústica, todo el material para grabar, un bocadillo de atún con huevo duro (delicioso...) y muchas horas por delante. El sr. Pichi M. Castillo me ayuda en la empresa de cargarlo todo en el coche y llevarlo a buen puerto. Comenzamos a cablear, según el guión previsto en la anterior reunión. No sé si es alergia o costipado, el caso es que me encuentro perjudicado. Llega Bruno, lo pinchamos todo, testeamos señales y comenzamos a grabar. Paramos a echar un café, Bruno asiste a un tangado por la máquina de snacks con el mismo nivel de entusiasmo como indiferencia mostramos los demás, sentados y disfrutando de un pavoroso cortado que desembocaría en ardor de estómago. Regresamos al local y recuperamos Ella es tan...importante, una vieja espinita de trabajo no bien resuelto, la vestimos con nuevos atuendos, comprobamos claquetas. Pasamos página, nos vamos a un viejo anhelo: grabar El discreto encanto de una despedida. Tenemos ligeros problemas de tempo, nada serio. En esas llama Rober "estamos aquí pegándonos con el metrónomo", "voy a ver el fútbol, igual me paso, si eso llamo". Encontramos la velocidad constante, la distancia precisa. A falta de que llegue la sonrisa perfecta grabamos primero batería y una guía de guitarra. Bruno mete posteriormente el bajo. Me siento en el suelo, grabo una guitarra acústica para El discreto. Elijo la telecaster, pongo el Marshall a una potencia considerable y pido al respetable que se cuide las cocleas de las agresiones de decibelios ("cuidado, voy a tocar a toda hostia"). Meto guitarras para el discreto. Busco algo hiriente. Como una mala despedida sin cerrar. En esas llega Laguna, le abre Bruno, entra en silencio pero el micro registra una nueva presencia. Termino tema y paso a Ella es tan...importante, ajusto el trémolo, cambio de pastilla, le doy un poco más de medios a la guitarra. Tengo que grabar la rítmica dos veces, error humano... Paso a la parte solista, este solo lo he tocado muchísimas veces, aún así tengo que repetirlo, shit little parrot. Las presencias alegran la estancia, pero disminuye la atención...quieras que no. Hacemos preescucha "psché, puede valer". Paramos a cenar, Pichi lleva atún con olivas, Bruno un plato como dios manda de macarrones para parar el AVE por Zaragoza (o al menos ralentizarlo), y Laguna un bocata sin especificar. Tres mahous y una cocacola. Otro café, el ardor viene a lomos de un proceloso corcel negro.

Volvemos a la sala, me tomo el pertinente paracetamol. El duodeno empieza a soltar ligeros haikus gástricos. Bruno tiene problemas con el bajo, ruidos extraños de ultrabass. Nada que hacer, pasamos palabra. Comenzamos a grabar voces, primero Ella... con voces de fondo, algarabías y Pichi que no calla ni bajo el agua (sssh). Después El discreto (este tema es cojonudo). Sale a la primera, coño qué bien ha quedado la acústica. Laguna nos graba. Bruno pica espuelas y nos quedamos los tres. Nos quitamos el traje de The Sexy Circus (relamiendo el buen sabor sobre todo de El discreto...) y nos enfundamos las mallas de El hombre solo. Llevábamos algo de faena hecha, velocidades y demás. Comenzamos con un tema llamado Trilogía, que por duración sería perfecto para un anuncio. Aún así nos genera más resistencia de la prevista, es el primero, el hielo parece granítico pero finalmente se resquebraja. Tras el turno de la batería y acústica se mete la eléctrica. Grabamos voces, efectos vocales a lo Anakyn cuando ya es Darth Vader por medio de un cencerro (qué cosas...) y risas ya emitidas en la grabación de El discreto. Semos así de alegres. Pasamos a otro tema mirando un poco el reloj porque ya serán casi las 4 de la madrugada. Empezamos con Caballos, tema de la época protosexycircusiana con el que ya habíamos bailado en tiempos de créditos de libre configuración y mucho, mucho tiempo libre. Mismo método, cojo un rato la cámara, grabo un retal que espero ver. Cojo la eléctrica, se graban las dos pinceladas previstas y un par de solos, uno esbozado en el pasado y otro imprevisto. Se busca la complicidad casi subliminal de algunos efectos que solemos utilizar desde el exceso. Resultado muy satisfactorio, el tema suena de puta madre, nos venimos arriba. Ha pasado un ángel, de esas cosas que pasan de repente. Por suerte estábamos grabando. Gracias.

Todavía nos da tiempo de perfilar las bases de otro tema, pero no son horas, no da tiempo a mucho más. Recogemos todo el arsenal, Pichi me acompaña asobinao y retraído por la fatiga, Laguna se va en su coche porque en unas horas trabaja. ¿Es posible que ésto sea un comienzo? Pongo en el coche Mott the Hoople, "All the ways from Memphis", últimamente estamos en plan tonto con este tema, el cd lo tengo desde hace al menos 2 años, pero es un disco triple con unos 20 temas por disco. Lo que suele ocurrir, el exceso suele ir en detrimento de la atención prestada. A mí me pasa. Ha tenido que ser el visionado de la película de Lars von Trier "Rompiendo las olas" el que saque a la luz una canción que ya tenía entre mi colección. Llevamos los trastos a mi casa, vuelvo para dejar a Pichi, y otra vez a casa, tardo aproximadamente una media hora en encontrar sitio para aparcar, pongo la radio. Ha perdido el Valencia (no me sorprende) y el Madrid vuelve a sacar distancia al Barça (tampoco me sorprende). Al fin consigo aparcar, entre origen y destino se me hace de día. Son casi las ocho de la mañana, el horno ya estará abierto, ah no, que ya es domingo, son las noches de viernes a sábado cuando se puede usar este recurso. Llego a casa, me como una manzana en la cocina, pensativo, mientras el paracetamol está perdiendo su efecto y el ardor finalmente ha vencido la batalla. Busco en el botiquín un sobre salvador y tomo cantidades ingentes de agua. Tengo ganas de montar el ordenador y volcarme al mp3 lo grabado. Tengo aquel solo metido entre sien y sien, pero supongo que podré esperar hasta mañana. Me acuesto. Uff, qué dura es la vida del músico...o lo que sea...zzzzz...