Concurso Pichi

Ya tenemos ganador del concurso "¿Y tú?¿Cómo ves a Pichi?". Se trata del sr. Rescuas que nos aporta este apabullante documento gráfico titulado: "Pichi preparado para tocar" en el que demuestra que como sospechamos Pichi es más golfo de lo que parece, y si no lo encuentras es porque está de parranda. Gracias a todos los participantes.

Un sueño ocasional

Despierto solo frente al mar sin poder decir qué ocurrió. Creo que estaba borracho cuando bailaba a Chuck Berry, no puedo recordar más. Estoy ante los acantilados de Brighton, camino por la orilla. Si tuviera una lambretta la estamparía ahora mismo, ya he tenido bastante...
Sería gracioso ver a Sting vestido de botones, en ese mismo hotel donde conocí a aquella chica que se parecía a Mónica Vitti, que llevaba una historia escondida en un calibre de .45. Me compro un traje de raya siciliana; mi aspecto es impecable. Me hago pasar por francés y compro dos flores a una joven de aspecto saludable, "je voudrais acheter deux fleurs". Le regalo una y la beso en la frente. Ella me dice algo, pero ya no la escucho. Me he ido caminando en one way street, con la otra flor en la solapa. Pregunto a un hombre que está empapado dónde puedo desayunar, me responde "Thanks to Heinz Baked Beans every day is a super day". Le prometo traerle un loro de Porto Bello; me promete no matarse hasta no ser demasiado viejo y me regala una foto de Lily. Siempre hay alguna foto del final...
...la foto finish del que llega tarde. Pichi y yo hemos cumplido con el café de la sobremesa para debatir el estado de las cosas. Esta vez el resto del grupo no se ha unido a un ritual de esos que tanto me gustan. Llegamos exactamente 20 minutos tarde, abrimos la puerta del ensayo. Roberto y Bruno han empezado a desmadejar cables, han buscado un hueco al multipistas, a un ordenador y a un silo de paciencia. En poco rato ha desaparecido el espacio vital y una maraña de serpientes eléctricas pueblan el suelo del ensayo. Me he hecho con un rincón, intento no molestar. Algún momento de insidiosa digitación al piano para ver si se registra algo, "With a little help of my friends". Vuelvo a mi rincón, Pichi y Bruno se han hecho con el mando, dos cabezas pensantes no siempre de acuerdo pero casi siempre afinadas, Rober se pelea con las serpientes. Yo me siento introvertido, como Peter Fonda en Easy Rider. Tengo la telecaster en mis brazos, toco Sleepwalk aunque a años luz de la genialidad de Brian Setzer. Mi atasco respiratorio se va haciendo evidente y empiezo a tocar mixolidias mientras vuelvo a acordarme de Mónica Vitti, de Brighton y de la pasta que me ha costado la reparación del retrovisor derecho. Hacemos varias vueltas de Congelados, pero la grabación no es satisfactoria. Me sirve para oir mis guitarras rítmicas en un primer plano. Me gusta como suena. Tras varias horas de pelea hertziana desistimos en el pergeño de registrar decentemente un ensayo y nos lanzamos a pulir lo que el día anterior hicimos. Tocamos "La nebulosa del reloj de arena", revisamos la intro, cortamos, añadimos, nos acordamos de Yes y sale una intro espectacular. Rober no conoce del todo la canción, pero lo que sale se acerca bastante al notable. Con ese notable estampamos una sonrisa de satisfacción en nuestra cara. En el fragor de mi ya evidente resfriado manifiesto mi orgullo por tocar con esta banda de fenómenos. Realmente fue una pena no poder capturar el momento.

An occasional dream.

The Sexy Circus are in tune!!!

Ensayos productivos los de esta semana. Tras la tournée joroñesca del señor Roberto volvimos a quedar los cuatro (con la consiguiente sensación de alivio) y nos aplicamos como buenos estudiantes entre el viernes y el sábado. En un tres i no res montamos Congelados. Intuía que iba a llevarnos bastante más dada la magnitud del arreglo, pero a pesar de los intrincados derroteros por los que fluye la nueva visión del tema, todo rodó a buen ritmo, y dado que la base rítmica que era lo más jodido de ensamblar ya la trabajamos durante los días de vacaciones, Rober se encontró un tema bastante construído y la verdad es que suena de putísima madre. Estoy deseando que llegué otro directo para presentar esta nueva chica, ya menstruada, crecida y vestida de largo. Intuyo que será de esas canciones que nos harán saltar y disfrutar, y ha subido puestos entre las preferencias para ser grabada.
También le metimos un meneo bueno a El Efecto Túnel, y nos lanzamos a una búsqueda inacabable de sonidos de teclado que casaran con la distorsión que meto con la guitarra. Mis imitaciones de Eugenio son mejores que las que hago de sonidos de teclado, y se vivieron momentos de onomatopéyica locura. A ver si en próximas entregas conseguimos dar con el sonido adecuado para el riff inicial (el resto del tema ya está también cerrado con un potente resultado que a buen seguro agradará a los seguidores de este tema, como Laguna o Amador).
Volvimos a visitar a Lucilda, que como siempre nos recibió con sus mejores galas. Otro tema que apunta alto. Había pensado que Rober enganchara aquí la pandereta y la guitarra acústica (evidentemente no a la vez...), pero Bruno aportó la idea de teclado estilo Jamiroquai que le viene que ni pintado. A falta de cerrar líneas (las que haya que cerrar, otras hemos decidido dejarlas en manos de la inspiración del directo) nos plantamos con estas tres en un repertorio bastante cerca de cerrarse. Ya estamos insistiendo con vehemencia en el hecho de que hay que tocar, y a ver si sacamos un hueco para cerrar alguna fecha para el mes que viene, y si puede ser otra para diciembre.
Para terminar hicimos probaturas a tres voces con Terapia (tema al que le hemos cambiado también la intención y el concepto), y terminamos tocando una versión del Hey Bulldog, que tiene bastantes papeletas de aparecer en algún directo.

P.D. A Pichi le gusta jugar a la Play de Tim cuando vuelve del ensayo a altas horas de la madrugada... qué pájaro.

La experiencia chandal, Gila y el tractor de Pichi

¿Alguien ha tenido alguna vez la "experiencia chandal"? Sí, me refiero a ese momento cuando eres niño, que estás en clase en la hora previa a la de educación física (porque en realidad gimnasia poca, el tema era jugar a fútbol como burros), ataviado convenientemente con el chandal para evitar perder tiempo cambiándote en los vestuarios y por razones ajenas a nuestra voluntad (llámese "llamada de la naturaleza", llámese "presión de vejiga", o llámese "euforia provocada por la sensación de holgura en las partes nobles") notamos que nuestro soldadito español se despierta y provoca un alzamiento en toda regla. Pues bien, "la experiencia chandal" es la que se tiene cuando, en estas circunstancias, la profesora entre los 50 compañeros decide llamarte a tí para salir a pizarra y escribir tal o cual chorrada. En ese momento mientras murmuras "dedíquese a ruletera, señorita, le irá bien..." te ves abocado a improvisar algún tipo de estrategia para que no se note que el soldadito está presente. La clásica es salir con la libreta por delante y lanzar una nube de tinta distractora como los calamares para que a nadie le de por pensar por qué llevas la libreta a pesar de que la profesora te indica que no es necesario. Creo que en momentos como ese es cuando empezamos a perder la infancia...
Por no desviarme, todo este asunto podría ilustrar más o menos nuestra situación actual. Justo cuando vamos con chandal y empalmados es cuando nos vienen invitaciones para tocar, para entrevistas, etc... y hay que taparse con la libreta para disimular que todavía estamos un poco verdes para tocar con la nueva formación. En fin, ya nos pondremos los vaqueros...
En ello estamos, esta semana "el teclas" andaba visitando Grecia (haciendo caso omiso de las indicaciones de Gila "allí está todo mal cuidao: roto, viejo y por el suelo"). El viernes hicimos un ensayo al estilo concierto con visita incluida de un par de ojos azules que se llevarán en breve nuestro recuerdo a Navarra (nesnesitelna lehkost byti!). Y el sábado abrimos en canal varios temas de los que teníamos un poco precarios, como El efecto túnel, Congelados... Rober, préparate que viene lo gordo!
Os dejo con una foto del Sr. McPich, una instantánea impresionante de sus vivencias vendimiantes. Sólo falta la pajita en la boca y que sonara por el altavoz el No expectations. Qué artista...