viernes, diciembre 14, 2007

Think for yourself, la turronera, pelis de culto y el 4-3-3 de Koeman

Estos días atrás Bruno visitó London, conoció Abbey Road y tuvo la deferencia de firmar por sí y por todos sus compañeros (esperamos con furor extrauterino las fotos), nos cuenta que la experiencia fue enriquecedora, sobre todo para los sajones que ponen unos precios que pa qué te cuento.

Quedamos a mitad de semana para ir a pagar el ensayo y para comentar ciertos temas, como la vuelta a la formación de cuatro (¿acabaremos usando el 4-3-3 de Koeman?) tras la no continuidad de Julio en el grupo (rescisión amistosa por falta de puntos de encuentro), y el contacto que hemos tenido con el grupo El Cuarto Pasajero proponiéndonos que compartamos cartel allá por el mes de febrero o marzo (estamos en gestiones). Por si no lo conoceis es un grupo con una propuesta interesante que podeis encontrar en www.myspace.com/diezminutosdecola (tenían un tema sobre un hombre menguante que tenía buena pinta).



Tengo otro tema nuevo, pero ya hablaré de ello en el siguiente post. Ayer ensayamos Bruno, Pichi y yo (ausencia justificada de Sergi), y estuvimos revisando La llave de tu mente con la intención de grabarla a no mucho tardar. La frase más ilustrativa la generó Bruno al observar que una parada sonaba muy a los Who: "ésto es redejú (re-the Who)" aseveró Bruno con un acento casi gaditano que sorprendió a propios y extraños. De ahí al pescaíto frito... o a las tortas de alajú de la sempiterna turronera que va por los pueblos de Cuenca en fiestas (¿tiene usté carpinteros?)



Hablar de los Who me recuerda que me he comprado una parka al estilo Jimmy Cooper, y siempre que me la pongo me sale cantar el "you were under the impression..." (*nota para los no iniciados: tema I've had enough del mítico disco Quadrophenia). Pongo el enlace de la escena final de la película (http://www.youtube.com/watch?v=Jd9rrKcL6K8&feature=related) en la que Jimmy roba la moto del que había sido su ídolo, el reluciente mod interpretado por Sting, en el momento en que descubre que su rebeldía era todo fachada y que trabajaba de botones en un hotel de Brighton llevándole las maletas a la gente bien. El tal Cooper que justificaba ser mod porque "no quería ser como los demás" se lleva un disgusto antológico, y eso unido a que la chica que le hace tilín es más puta que las gallinas le lleva a tomar una decisión drástica, interpretada de un modo romántico por los que quieren ver en Quadrophenia el padre nuestro de una tendencia más estética que filosófica, pero que vista con objetividad se ve más como un símbolo de mandarlo todo a tomar por saco, que como un símbolo de morir con las botas puestas.
La escena me recuerda un poco al final de la también mítica Easy Rider (igual de mítica aunque para mi gusto mucho mejor película http://www.youtube.com/watch?v=0bwpqlX1n8c), aunque con muchas diferencias ya que aquí el espíritu en los personajes es real, no meramente una tendencia estética, y aquí Wyatt (el papel de Peter Fonda) sí que muere con las botas puestas y fiel a una forma de vivir. En ambas la vida pone a los protagonistas en situaciones que les jode el goce y disfrute de la libertad. Como la vida misma...


En fín, aconsejo el visionado de ambas películas, si es que os interesa, antes de ver las secuencias finales que os he adjuntado (y que cada uno le saque la miga que quiera). No quisiera joderle el final a nadie, quién sabe qué película te puede cambiar la vida...


Es especialmente tierno observar cómo en ambos casos la libertad no significa ir con la moto a toda hostia...(¿de qué sirve viajar si no alcanzas a ver el paisaje?). Algunos sólo agarran de generaciones anteriores estupideces como la de vivir deprisa y dejar un cadaver hermoso, del idolatrado Sid Vicious, que en realidad ni aportó nada musicalmente (el mejor disco de los Sex Pistols, el Never Mind the Bollocks... todavía contaba con Glen Matlock al bajo) ni ideológicamente (la frasecita de marras ya la había dicho James Dean unos 20 años antes). Eso sí, estéticamente supuso una revolución y el merchandising que ha generado es apabullante. Resulta triste pensar que ese tipo de cosas era lo que criticaba sus canciones y el posterior movimiento punk, que hoy mueve un imperio a nivel de merchandising y valores estéticos, defendidos generalmente por hijos de familias bien (es fácil ser punki cuando invita papá...). Y Sting les lleva las maletas.

Cada vez estoy más convencido. Afiliarse a una tendencia es como adquirir una franquicia. Te dan los ideales hechos, el uniforme y tú sólo tienes que mantenerlo en movimiento...

Al final observas que cada generación se abraza a la ilusión de genuinidad y criterio propio que desbanca los de generaciones pasadas, pero sólo son cambios de máscaras entre las máscaras que te permite elegir el sistema. Te tienes que reir, tomar de cada una lo que más te agrade y no pensar muy en serio en éstas cosas. Y sobre todo, como decían los Beatles...Think for yourself.


P.D. The future still looks good. And you've got time to rectify all the things that you should