miércoles, junio 25, 2008

Un segundo de ingravidez

Es curioso como la vida ofrece inacabables recursos literarios para hacernos creer que en el fondo nuestra existencia es mucho más poética de lo que una fiera a punto de devorarnos pudiera pensar. Tal vez todo sea aleatorio, no exista ninguna ley de causalidad suprema ni una justicia divina que de sentido a expresiones como "la historia nos debe una". Pero está en nuestra mano decorar espacios vacíos.
A pasó la noche con los amigos, en espera del España - Italia que comenzaría en pocos minutos. La suerte nos había sido esquiva durante décadas. España venía con la confianza del que siempre pierde pero ha decidido comenzar a ganar. Y a la vez con la desconfianza del que merece ganar pero acostumbra a ver el éxito del rival a través del llanto del perdedor.
Todo se movió siguiendo el habitual guión: España jugando como nunca e Italia esperando su recurrente golpe de suerte. Tras un partido intenso y lleno de expectativas se llegó a la prórroga, a la lamentable actuación arbitral que hacía recordar viejos fantasmas y al victimismo del que sabe que su bando sigue siendo el que aparece en el retrovisor del rival; Di Natale paró un contraataque de un modo burdo y rastrero, fingiendo una lesión y tirándose al campo para que el árbitro parara el juego. La rabia se disparó; parece que la suerte ayuda a los canallas.
Comenzó la tanda de penaltys y A pensó en la cantidad de corazones que estarían al borde de la dimisión. Héroes de nueva forja como Villa, Senna o Cazorla demostraron que su acero era más consistente que el de sus antepasados, y la figura del portero Casillas con una parada hizo soñar con que algo podía cambiar. Entonces España falló y aparecieron las dudas; estaba en las botas del tramposo Di Natale equilibrar la balanza.
Pero entonces algo cambió. A observó en las imágenes de televisión el rostro de Iker Casillas, portero de la selección, al contemplar cómo su compañero fallaba el lanzamiento. El rostro del que acepta la adversidad y confía en sus virtudes para terminar de seducir a la suerte. Di Natale pateó el penalty, Iker se lanzó. Un segundo de ingravidez.
Millones de personas saltaron, imitando la estirada del cancerbero, abrazándose a sus allegados, y por un segundo éste fue el país más feliz del mundo. Si es cierto eso de que la energía ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma, en algo debió invertirse esa expresión de júbilo. Nunca un salto, un segundo en el aire y una mano tocando un balón significaron tanto.
A quedó pensando lo insignificante del acto que separa la gloria del fracaso, lo bueno de lo malo, la risa del llanto, y tal vez el amor del odio.
Terminó las cervezas y un par de chupitos de celebración y se dirigió a su casa. Encendió el ordenador y tras muchos años comenzó a escribir un e-mail a B:
"Tengo que decirte que ya no te quiero, aunque tal vez siempre te he querido y quizá nunca vuelva a querer a nadie tanto como a tí. Aunque tal vez me duela tanto que no me doy cuenta y ya no me importa. Lamento si te hice daño, no lamento el que tú me hiciste. Tú buscabas el suelo. Yo tan sólo necesitaba un segundo de ingravidez".
A apagó el ordenador confiando en que la historia le debía una.

domingo, junio 08, 2008

Crónica del concierto en Durango, chupitos, gabba gabba y voz rota

Con la bendición de Marc Bolan el pasado viernes actuamos en la sala Durango de Meliana, teloneando a Doctor Divago junto a The Crashed Bones.

La tarde ya comenzó de un modo emotivo, al contemplar la bandera con el sexy-logo que con tanto esfuerzo habían bordado Aldana y su madre. Nunca tendremos las suficientes palabras ni dedicatorias de canciones para poder demostrar nuestra gratitud.

Llegamos a la sala un poco más tarde de lo pactado a causa del tradicional tráfico de viernes tarde. Tengo que destacar lo mucho que me gusta esa sala, lo impresionante del trato recibido por parte del staff de Durango Club (en especial de Javi que se portó de putísima madre), y todas las facilidades que tuvimos por parte de la gente de Doctor Divago, a los que si ya tenía por unos grandes como banda, ahora puedo añadir que son unos colosos como personas, del primero al último. También tuvimos un excelente trato con los chicos de Crashed Bones, con los que lamento no haber podido intercambiar impresiones al final del concierto, pero en estas cosas siempre queda algo pendiente. Después de las últimas malas experiencias en bolos compartidos es un alivio encontrarse con un entorno tan favorable.

Comenzamos alrededor de las 23:45h, mi faringitis estuvo ahí presente, agravada por el mal uso que hice de los monitores, sacrificando la voz en pro de la guitarra, pero defendimos el asunto con amor propio e ilusión. El concierto fue como un casting; apenas podíamos ver enfrente un telón de luz blanca producido por los focos tras el que se resguardaba el público algo reticente a ocupar las primeras filas. Abrimos la sesion con "Congelados", en la versión actual, más rockera, siguiendo con la tradicional "Don Nadie", "La llave de tu mente" en la que mi sexta cuerda decidió desafinarse un tono y medio así porque sí, una lúdica "Ella es tan...importante" en la que no faltó el corifeo de los incondicionales cantando el "girl I want to be with you"y el "sex & drugs & r'n'r". Después acometimos "Ícaro" que fue bastante celebrada, presentamos en sociedad "La cima del mundo" con pianos bastante brits y voces de Sergio a lo beatle, seguimos con "El hilo conductor" aprovechando la intro para las pertinentes presentaciones, y ejecutamos "El discreto encanto de una despedida" con un intermezzo con aires tangueros, un final con coros Sergio-Pichi tipo turtles y una coda al piano más corta que la habitual pero ciertamente intensa. Luego vino "El efecto túnel" con la parte intermedia experimental, y otro estreno como "La conspiración del placer" que sonó como un cañón. Y por fín el himno...


Si tengo que elegir uno de los momentos más bonitos de mi vida éste seguramente pujará por estar en el podio. La versión de "El fantástico hombre bala" fue más minimal de lo habitual, piano y voz, con la gracia que tiene que al piano se siente tu hermano, aquel con el que has compartido años, juegos, tragos, risas, peleas, victorias y llantos, y que da fondo a una canción tan especial como ésta. Comenzamos la cancion y desde el primer al último verso se empezó a escuchar al público corearla con nosotros, y os aseguro queridos míos que se me pusieron los pelos de punta. Supongo que los jugadores del Liverpool sentirán algo parecido cuando les canten desde las gradas el "You'll never walk alone". Voces, mecheros, y un sentido aplauso que nos recorrió la médula espinal en el momento en que la telecaster emitía su último lamento en forma de acople (ese tradicional acople).


Cuando terminamos de tocar Raúl Tamarit nos puso de fondo a Sir Edward con "Sir Edward y el rock", y no pude evitar acordarme de él, de cuando decía en tono jocoso que triunfar para qué, que se enterarían en casa que tocaba la guitarra y hacía rock en lugar de jazz con la batería y pensarían mal. Me acordé que me dijo por el myspace que prometía no perderse nuestro próximo concierto, de algún modo cumplió, porque así fue. Por cierto, ese tema es cojonudo.

El único "pero" de la noche fue que la afluencia de público estuvo por debajo de lo esperado, "pero" desde hace mucho tiempo he aprendido que en la vida lo importante es la calidad. Y en ese sentido estuvimos más que servidos, tenemos un público que no nos merecemos y animaron muchísimo. Si a eso le sumas la oportunidad de compartir tablas con gente a la que admiras y de la que puedes aprender tantas cosas, la noche está más que justificada.

Una vez más gritamos Gabba Gabba Hey con la voz rota...


Gracias a David porque sigue con el récord de no haberse perdido ninguno de nuestros bolos, a Lorena, a Laguna y Anna por sus ánimos, a Rubén por su interés, a Juanan y a Amador por el detalle de cruzar España para estar allí (sois los más grandes después de Nadal), a Joaquín al que no esperaba y me alegró muchísimo ver, a Rober porque es un grande, a Isaac por toda la ayuda (sigue siendo un sexycircus en el fondo, aunque baile salsa), a Óscar y Ana por el grato reencuentro, a Aldana de nuevo por la bandera, a Rubén y Óscar porque sois unos primos espectaculares (ya te subiré la guitarra tranquilo), a Alicia por venir, a Diego y compañeros de Doce Lamentos, a Ornella y Cecilia por sus elogios, a nuestros padres porque siempre están al pie del cañón, dándonos fuerza y ánimo.


Gracias también a Raúl Tamarit por portarse de nuevo tan bien con nosotros (y por pinchar a los Kinks), a Javi Durango por ponernos tantas cervezas en la nevera del backstage, al Joven por sus buenas palabras, a Chumi por interesarse en nuestro myspace y a Manolo Divago por nombrarnos en la entrevista que le hicieron en efe-eme: http://www.efeeme.com/revista/revista_ficha.aspx?id=1953&ids=2






A partir de ahora aprovecharemos los meses de verano para seguir premaquetando en vista de sacar próximamente el proyecto que tengo en mente y os nombré algunos posts atrás. Procuraremos sacar otra fecha a no mucho tardar para cobrarnos ese bolo que tenemos pendiente de hacer con los chicos de el Cuarto Pasajero, y darle más caña al proyecto paralelo de El Hombre Solo, que ha sabido ser paciente y ceder el paso ante las exigencias sexycircusianas.


En cuanto tenga el video del concierto colgaré fragmentos. Hasta entonces... ¡saludos!



P.D. ¿Alguien probó el chupito "Doctor Sexy Bones"? al final me quedé con las ganas...