¿Qué fue de Chanquete?
Se acabó lo que se daba (aunque yo sigo de vacaciones...). El periodo estival ha tocado a su fin, las playas se van vaciando, los ligues veraniegos han perdido sex-appeal, la programación televisiva se normaliza (dentro del habitual descalabro, aunque algunos dicen que todo va a cambiar), y volvemos a la rutina, odiada pero a la vez querida compañera de mus. La canción del verano vuelve a ser una leyenda urbana que amenaza con volver en unos meses (por cierto, ¿cuál ha sido este año?), y aquellos que hipotecan todo un año a las viviencias de 15 días de agosto vuelven a darse cuenta de que necesitan echar mano de algún vicio para sentirse menos miserables. La peña feliz no, la peña feliz sigue saltando con especial gracejo.
¿Empezaremos alguna colección interesantísima de relojes de época en fascículos?¿sucumbiremos a la seductora oferta de algún diario de ofrecernos las imagenes del No-do en cómodos DVD's para rebobinar y parar cuando queramos el curso de los años de depresión?¿empezaremos a fumar para luego volver a dejarlo?¿nos apuntaremos al gimnasio para demostrarnos que lo nuestro no es la vigorexia?¿robaremos la reliquia de San Nepomuceno para triunfar de una vez por todas en el bingo?¿acabaremos ese dichoso sudoku de intrincadas reglas?¿Volverá Plutón a formar parte de nuestras vidas acabando con la limpieza étnica que se pretende realizar en el sistema solar, club exclusivo en el que existen planetas y planetas enanos? (para que luego digan que el tamaño no importa). Son múltiples preguntas de compleja respuesta que no estamos dispuestos a plantearnos.
Se acabó lo que se daba. En breve volveremos a los ensayos. Debo decir que nos hemos tocado las bowlings de mala manera estos meses (por razones que no vienen al caso), y que no deberíamos porque han surgido algunas oportunidades interesantes que esperamos desarrollar próximamente. Al menos hemos aprovechado para ir a conciertos, conocer peña, y adquirir algún contactillo que nunca está de más.
Dejo unas fotos de la gran noche en Port de Sagunt viendo a la orquesta Ópalo con Pichi y el amigo Rescuas a la cabeza. Entrañable velada en la que hubo karatekas improvisados y clones de Antonio Mercero pasados de albóndigas mostrándonos su sabiduría. Afortunadamente siempre hay alguien en el mundo que sabe mucho y nos puede guiar por la senda luminosa (no te jode...)
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